Después de leer el libro Periodismo 2.0, la idea más grande que rebota en mi cabeza es la siguiente: “lo que hace diferente al periodismo digital no son tanto las habilidades técnicas como una forma de pensamiento”. Además de que el texto enseña eficazmente sobre herramientas muy útiles para la realización de trabajos de reportería para la web, considero que su punto esencial está en el reconocimiento de la necesidad de transformar el imaginario de trabajo de un periodista que intente o desee escribir para medios digitales: cambiar la libreta de apuntes y el lápiz por el ordenador (o el dispositivo móvil).
Es interesante de igual manera la referencia que Mark Briggs hace en torno al lenguaje del periodismo 2.0, ¿Cómo escribir para la web?: “Escribir para la web debería ser un cruce entre noticia para radio y TV y la impresa”. Es necesario entonces cambiar también la forma de redactar y, sobre todo, de transmitir la información, utilizando “prosa vívida”: mensajes claros y concisos, verbos fuertes e impactantes, “redactar imágenes”.
Otro aspecto que para mí vale la pena resaltar (y mucho) es la oportunidad de participación. Escribir para el lector y con el lector. Es muy interesante como con la web 2.0 los medios digitales abren la posibilidad a sus visitantes de “colaborar con su trabajo”, como los Tips de El Colombiano o el #SoySemana de la Revista Semana; considero que esas “intromisiones” de los lectores hacen que ellos se sientan importantes de algún modo, esto constituye, para mi lógica, una manera de recordarle al periodismo que su trabajo es un servicio social, y que se debe a su comunidad.
Encontré a “Periodismo 2.0” más que relevante y pertinente e indudablemente oportuno, considerando el cambio de panorama al que se enfrenta hoy nuestra profesión.